domingo, 27 de octubre de 2019

EL CLÁSICO PASTEL DE QUESO



El pastel de queso o tarta de queso es uno de esos postres al que pocos se pueden resistir. Como ingrediente base, debe de llevar queso (por supuesto), pero a partir de ahí, uno de los dulces más exquisito del mundo, nos admite muchos ingredientes o variedades.
Esta es una versión clásica de tarta de queso americana (New York Cheesecake) que utiliza queso crema y se hace en el horno (sin gelatinas ni otros espesantes), es apta incluso para los que no han hecho un pastel en su vida Es muy importante que uses un molde de base desmoldable para hornearla.
 
Ingredientes:   
150 g de galletas tipo María
100 g mantequilla fundida
15 g azúcar morena (para mezclar con la galleta en la base)
500 g queso crema (sirven todas las marcas)
150 g azúcar morena  (para el relleno)
40 g harina de fuerza (no vale harina normal)
4 huevos + 1 yema de huevo
350 ml nata líquida para montar (debe poner 35% M.G. en el envase)
El zumo de limón (unos 25 ml)
Una pizca de sal
1/4 de cucharadita de café de extracto de vainilla
Una nuez de mantequilla para engrasar el molde

Preparación:
Comienza echando la nata en un bol junto al zumo de limón.
Removemos y dejamos reposar tapado con papel film mínimo 1 hora.
No te asustes si toma mal aspecto o parece cortado (debe ser así).
Pasado el tiempo mételo al frigorífico.
Enciende el horno a 180 grados, calor arriba y abajo. Deja la rejilla en el centro. Ahora busca el molde (¡de base desmoldable) y lo engrasas con la nuez de mantequilla.
Libera tensiones triturando las galletas con ayuda de una bolsa y un rodillo, o si lo tienes, usa un robot picador.
Funde la mantequilla a baja temperatura en el microondas y mezcla las galletas con ella y el azúcar. Con esta pasta forramos el molde asegurándonos de cubrir bien la junta y los laterales.
Mete la masa 15 minutos a cocer en el horno. Cuando la tengas, sácala sin quemarte y sube el horno a 225 grados.
Bate a mano, o con ayuda de un robot batidor el queso crema (mejor si ha estado a temperatura ambiente), el azúcar, la sal, la harina, la nata que tienes en el frigorífico, la vainilla, los huevos y la yema extra.
Añade la crema que acabas de formar al molde y mete al horno. Prográmalo 15 minutos.  Después de ese tiempo, lo bajamos a sólo 120 grados y volvemos a programar el reloj para que suene en 1 hora y 20 minutos (ni uno más).
No te preocupes si no lo ves del todo cuajado al acabar el tiempo porque no está terminada la tarta.
Sácala del horno y deja que se enfríe por completo.
Cuando esté fría, métela en la refrigeradora (cubierta si la tuya es no frost) durante un mínimo de entre 6 y 8 horas.
Queda delicioso!!!

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