El chutney es considerado una de las artes más antiguas de la India, se dice que alienta la creatividad, la juventud y la fertilidad de quien lo prepara. Es un condimento que nutre y da vida a nuestras comidas.
Podemos prepararlo
con diferentes frutas y especias, liberando nuestra creatividad, mezclando
textura, sabor, aroma y color para lograr un alimento sátvico, puro y natural.
Ingredientes:
1 Mango orgánico
(mediano)
2 cebollas de verdeo
(solo parte blanca)
1/2 taza de azúcar
integral tipo mascabado
1 puñado de pasas de
uva
1 cucharada de
jengibre fresco rallado
1 cucharadita de
canela en polvo
1 anís estrellado
chico
3 clavos de olor
Las semillas de 3
vainas de cardamomo molidas en mortero
2 cucharadas de jugo
de limón
2 cucharadas de ghee
o manteca orgánica
1 cucharada de aceite
de oliva primera prensión en frio
1 pizca de sal rosada
Preparación:
Rehogar suavemente la
cebolla de verdeo junto con el ghee, el oliva y el jengibre rallado.
Luego agregar el
azúcar, el mango, las pasas, el clavo y el anís.
Revolver cuidadosamente
para que no se pegue. Si es necesario agregamos un poquito de agua. Cuando
rompe el hervor, apagamos el fuego y agregamos la pizca de sal, el jugo de
limón, la canela y el cardamomo.
Revolvemos suavemente
y dejamos reposar hasta que enfríe. Envasamos en un frasco limpio y
esterilizado y guardamos en la heladera hasta 5 días.
Ideal como dressing
para acompañar unas bruschetas integrales, unas crackers de lino o un plato
principal como un arroz basmati con almendras.
La preparación del
chutney es considerado un sadhana que nos conecta con el alimento de una manera
más íntima y espiritual, volviendo el acto de cocinar: un momento creativo,
único y sagrado.
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