Ingredientes:
Para
las tortas de calabaza:
400 grs
de harina de trigo
3
cucharadas de aceite de oliva virgen extra
300 grs
de calabaza cocida y triturada
3 huevos
1
cucharadita de levadura en polvo
Canela en
polvo al gusto
Granos de
Sal al
gusto
500 ml de
agua tibia
Aceite de
oliva suave para freír
Para
el almíbar:
225 grs
de azúcar moreno
500 ml de
agua
! hoja de
Higo (Opcional)
Una
cucharadita de maicena
6 clavos
de olor
2 ramas
de canela
1
cucharadita de esencia de vainilla
Ralladura
de naranja o limón
Como lo haremos:
Comenzamos poniendo a cocer en una olla con agua la calabaza pelada y troceada, el agua debe de cubrir enteramente a la calabaza.
Una vez
cocida la retiramos del fuego y la escurrimos, reservando el agua donde se ha
cocido para usarlo después.
Cuando la
calabaza está aún caliente la pasamos por un pasa puré o una licuadora
aplastando los trozos con una cuchara para que de esta manera nos quede un puré
más fino.
Hecho esto, tamizamos la harina en un cuenco y hacemos un hueco en el centro, donde echamos el aceite de oliva virgen extra, los huevos, agregamos ahora a la harina el puré de calabaza.
Añadimos la levadura en polvo, el anís y un poco de canela en polvo, mezclamos todos los ingredientes, al principio con una cuchara de madera.
Vamos a
agregar el azúcar al agua donde se cocinó la calabaza y vamos incorporando poco
a poco el agua a la harina.
Cuando la
masa empieza a ser difícil de trabajar con la cuchara, pasamos a las manos.
Nos debe
de quedar una masa lisa, sin grumos, con una consistencia parecida a la masa
para hacer pan.
Ahora
dejamos reposar la masa dentro del cuenco durante unos 20 minutos más o menos
tapada con un paño de cocina limpio y en un lugar templado.
Mientras,
vamos a preparar el almíbar.
Ponemos un cazo al fuego con el azúcar junto con los clavos de olor, la hoja de higo, las ramas de canela, la esencia de vainilla, la ralladura de limón o de naranja según prefiramos. Lo dejamos a fuego bajo hasta que espese, momento en el que lo retiramos del fuego y lo dejamos enfriar.
Pasado el
tiempo de reposo de la masa, hacemos las tortas de calabaza.
Cogemos
porciones de masa y las vamos dando con los dedos forma redondeada no muy
grande y delgada, algo menos de 1 centímetro de grosor, y cuando las tengamos
las pinchamos con tenedor.
Ponemos una sartén al fuego con abundante aceite de oliva suave y dejamos que se caliente mientras seguimos haciendo tortas de calabaza. Cuando el aceite esté bien caliente, freímos por ambos lados las tortas.
Cuando
tengan un bonito color dorado las retiramos y ponemos sobre papel de cocina
para que absorba el exceso de aceite.
Si
quieres hacer una versión más ligera de estas tortas de calabaza, en lugar de
fritas las puedes hacer al horno poniéndolas sobre una placa engrasada con
aceite y cocinándolas a una temperatura de 200º durante 30 minutos.
Servimos
las tortas de calabaza con el almíbar.
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