La harina de coco es una
harina sin gluten, además de una sana alternativa al trigo y a las harinas de
otros cereales. Contiene ácido laurico, que promueve la buena salud del sistema
inmunológico, la tiroides y la piel. Además es alta en fibra y proteína y baja
en carbohidratos.
Es una harina sin gluten,
ideal para aquellos que siguen dietas Paleo, Sin Cereales ó que buscan reducir
los carbohidratos en su dieta por motivos de salud.
El proceso para hacer esta
harina es el siguiente:
Ingredientes
1 coco rallado
1 litro de agua caliente
Preparación
Remoja el coco en el agua
hasta que se enfríe y llegue a temperatura ambiente.
Introduce el agua con el
coco en la licuadora y procesa todo hasta obtener una mezcla suave.
Cuela la mezcla para
separar la pulpa de la leche.
Cubre una bandeja para
hornear con papel encerado y extiende toda la pulpa de coco que quedó como
residuo.
Hornea la pulpa a 200 ºC
durante unos 20 minutos o hasta que esté lo suficientemente seca.
Cuando esté lista, se
puede moler de nuevo para hacerla más fina.
Características de la harina de coco
Su olor es tan delicioso,
que dan ganas de comértela a cucharada limpia, cosa que no te recomendamos,
porque es muy seca.
Su sabor es muy sutil, así
que podrás usarla fácilmente tanto en recetas dulces cómo saladas. Es ideal
para repostería y panadería.
La harina de coco necesita
mucha humedad
Como todas las harinas sin
gluten y sin cereales, hornear con esta harina representa todo un reto. La idea
más importante con la que te debes quedar, es que es una harina muy seca y
absorbe mucho líquido.
Por lo tanto añadir
bastante líquido es necesario para que la receta final sea agradable al paladar
y no seca o áspera. Para ello añade suficientes huevos (o sustituto) para
mantener la humedad y la unión de los ingredientes.
Otros ingredientes
líquidos que se pueden añadir son: leches de todo tipo, purés de frutas o
verduras, miel y yogur (pero estos no unen los ingredientes, así que el uso de
huevo es indispensable)
Sustituciones
Esta harina no se puede
sustituir con una relación de 1:1 respecto a las harinas de cereales. Deberá
echarse de 1/4 a 1/3 de taza de harina de coco por cada taza de harina de
cereal.
Por cada taza de harina de
coco deberás utilizar 6 huevos + 1 taza de líquido aproximadamente.
Minimizar los desastres en la cocina
La harina de coco necesita
más humedad que la harina convencional para poder “funcionar”, con lo que no
podrás seguir las recetas a las que estás acostumbrada al pie de la letra.
Lo mejor es que vayas
experimentando añadiendo leche de coco, agua, vino, huevos… cualquier líquido
que se adecúe a la receta en más cantidad del que añadirías normalmente.
Ante la duda es mejor que
te pases a que te quedes corta, porque aunque la textura pueda no quedar como
esperabas el sabor mejorará muchísimo.
Ten en cuenta, además, que
si la receta tiene falta de líquido podría, además de ser un poco desagradable
al paladar, generarte algunas molestias digestivas.
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